martes, 25 de octubre de 2022

DESEMPEÑO COMPETITIVO DEL DEPARTAMENTO DE BOYACÁ: Un balance agridulce

Luis Alfredo Muñoz Wilches, Economista MSc 

Presidente de la Corporación Propósito Boyacá

Bajo desempeño de la producción departamental

Boyacá no avanza y, por el contrario, durante los últimos lustros parece haber entrado en una fase de estancamiento, pérdida de competitividad y reducción de su capacidad productiva.

De acuerdo con la información suministrada por el Dane y el Centro de Pensamiento en Estrategías Competitivas de la Universidad del Rosario (CEPEC, 2021), durante los últimos 20 años el desempeño competitivo del departamento de Boyacá muestra un panorama de contrastes agridulces entre factores de estancamiento y dinámicas de crecimiento de la productividad y competitividad.

En materia de productividad, la participación de algunos sectores económicos en el PIB Departamental (Dane, 2022), durante el período 2005-2021, muestra un relativo estancamiento. El valor generado por el sector agrícola ha permanecido frenado alrededor de los $2,500 mil millones de pesos (Dane, base 2015) y su participación en el PIB departamental (2021) fue de 12,5%. Similar a la participación que tuvo el sector en el año 2005 del 12,3% del PIB Total. (ver Grafico 1)

Gráfico 1 PIB Departamental Boyacá por sectores 2005-2021

Fuente: Dane, 2022

Igualmente, como se observa en el gráfico anterior, el PIB del sector industrial se estancó alrededor de los $3,000 mil millones de pesos (Dane, base 2015), que representan el 12,4% del PIB departamental. Este nivel alcanzado recientemente constituye una disminución de más de 4 puntos con relación al año 2005, que fue del 16,7%; lo cual significa una reducción en el aparato productivo del departamento.

Así mismo, en el sector de la minera y las canteras, se observa una severa reducción de su capacidad productiva; la cual descendió de los $2,000 miles de millones de pesos que tuvo en el 2015 a tan solo $1,150 mil millones en el año 2021 (Dane, base 2015) y su participación en el PIB departamental se redujo a la tercera parte, al pasar de representar el 17,4% en el 2012 a solo el 5,7% en al año 2021.

Por el contrario, los sectores que han venido incrementando su participación en el PIB departamental son la construcción, que pasó de $640 mil millones en el año 2012 (7,8% PIB Dptal) a $2,544 mil millones en el año 2019 (10,3% PIB Dptal), el comercio y la administración pública, que han venido incrementando su participación en el PIB, al pasar de los $2,719 mil millones de pesos en el año 2005 a los $4,246 mil millones en el 2021 y de $1,873 mil millones en el 2005 a $3,399 mil millones en el 2021, respectivamente. Lo que equivale al 17,8% y el 13,7 % respectivamente.

Gráfico 2 Participación (%) PIB Departamental por sectores 2005-2021

Fuente: Dane, 2022

El resto de sectores han conservado su participación relativa en el PIB Departamental, con relativas fluctuaciones, como los servicios públicos (7%), las actividades inmobiliarias (5,7%), los servicios personales (4,5%), el sector financiero (2%), las TIC (1,5%), y sector cultural (1,3%).

Factores que afectan la productividad y competitividad del departamento de Boyacá

Este balance de contrastes en el desempeño de los sectores productivos del departamento, sí bien se vió afectado por la crisis de la pandemia del Covid 19 en los años 2019-20, sin embargo obedece a factores más estructurales que afectan la productividad y la competitividad del aparato productivo de Boyacá. 

De acuerdo con el Informe de Competitividad e Innovación (CPC y CEPEC, 2021), que mide el desempeño de los indicadores de competitividad (IDC) e innovación (IDIC), el Departamento de Boyacá cuenta tanto con factores que afectan su desempeño, como aquellos que estimulan el crecimiento de la productividad y competitividad; tales como: las instituciones, la infraestructura, el tamaño de los mercados, el capital humano, la gestión ambiental y la sofisticación e innovación empresarial. 

En términos generales, el desempeño de las instituciones, la gestión ambiental, y el tamaño y sofisticación de los mercados han tenido un comportamiento insatisfcatorio durante los últimos años en el departamento. 

En relación con el primer aspecto, el desempeño de las instituciones ha sido afectado por la obsolescencia de los modelos de gestión, la baja efectividad fiscal, la poca transparencia y la baja capacidad de regulación y protección de los derechos sociales y ambientales por parte de las administraciones territoriales.

Por el contrario, el departamento de Boyacá cuenta con una relativa buena dotación de infraestruturas tanto en materia de la red primaria de carreteras, por su localización y cobertura (eje Briceño-Tunja-Sogamoso), como por la amplia cobertura de la energía eléctrica (98% del territorio) y los servicios públicos domiciliarios.

En relación con la gestión ambiental, este sigue siendo el factor más crítico en materia de la productividad y competitividad, debido a aspectos como la deforestación, la escasa cobertura vegetal de los bosques de alta montaña, el aumento en las emisiones de CO2 en fuentes fijas y las deficiencias en la gestión ambiental y del riesgo climático en la mayoria de los municipios de Boyacá.

En relación con el tamaño y sosfisticación de los mercados, se han visto limitado por factores tales como: el bajo dinamismo empresarial, la escasa promoción comercial, la carencia de integración logística y las dificultades en la provisión de bienes y servicios. Lo cual significa que carecemos de cadenas de valor integradas que permitan lograr mayores economias de escala y faciliten la articulación a los mercados regionales, nacionales e internacionales.

Finalmente, el aumento en la cobertura y calidad de la educación tanto básica, media, técnica y tecnológica como superior, han contribuido a mejorar la calidad del capital humano. Razones por las cuales el departamento de Boyacá ocupa los primeros lugares en la “calidad de la educación” a nivel nacional. Adicionalmente, las actividades de investigación y desarrollo tecnológico se han venido fortaleciendo, obteniendo reconocimientos en los ecosistemas de investigación, desarrollo tecnológico e innovación del país.

Sin embago, persisten brechas y desarticulaciones entre la educación secundaria, técnica y tecnológica y la educación superior; lo mismo que la rigidez y falta de flexibilidad curricular para incorporar los nuevos avances en materia de las tecnologias de información y comunicación (TIC), la inteligencia artificial (IA), los nuevos materiales, las ciencias y técnicas de dirección y liderazgo y, en general, los avances derivados de la 4ª revolución industrial (4Ri) y la 3ª revolución agrícola. 

Sintesis

Tal como quedo demostrado en los datos preliminares, durante los últimos años la contracción del PIB departamental fue superior al desenso del PIB nacional, debido al precario desempeño de los sectores agropecuario, industrial y minero que redujeron sus participaciones en el PIB departamental. 

En general, el bajo desempeño en la explotación minera, la industria manufacturera y la construcción obedecen a factores estructurales que, aún con la ayuda del alza en el valor de las exportaciones minero-energéticas no alcanzó a absorber la caida en el valor agregado de estos sectores, se relacionan con el predominio de un modelo extraccionista basado en la ventaja comparativa que representa de abundacia relativa de los recursos naturales no renovables.

Adicionalmente, la pandemia afectó gravemente el desempeño del mercado laboral, aumentando las brechas laborales en la tasa de desempleo (TD) que para las mujeres fue del 13,8% y del 19,8% para los jóvenes, 3 y 9 puntos por encima respectivamente de la TD general, que fué del 10,6%. De tal manera que la crisis del Covid 19 , agudizó la contracción de los mercados laborales, afectando también la Tasa General de Participación (53,2%). 

Lo cual se ha convertido en un factor que refuerza la expulsión de la población entre los 18 y los 35 años, los cuales se ven forzados a emigrar hacia Bogotá y otras ciudades capitales en la busqueda de mejores oportunidades laborales.  

En relación de la capacidad de innovación y desarrollo tecnológico, el departamento de Boyacá se estancó alrededor de los 33 puntos, imposibilitando su avance y, en un mundo tan competitivo, no avanzar significa quedarse rezagado; tal cómo ha ocurrido efectivamente frente a departamentos con similares condiciones de desarrollo como Cundinamarca, Tolima y Santander, los cuales han avanzado en sus capacidades de innovación (CEPEC, 2021).

En general, al departamento se le ha dificultado transformar insumos en resultados afectando la eficiencia en la capacidad de innovación, como resultado del poco dinamismo que se presenta tanto en la producción de conocimientos y tecnologías como en la producción creativa. 

Estas dificultades en la eficiencia innovadora tienen que ver con factores como: la baja capacidad de las administraciones territoriales para implementar políticas públicas y de regulación; la calidad de la educación superior y de formación del capital humano. Igualmente, existen dificultades en la diversificación de los mercados destino de la producción alimentaria, industrial y minero-energética.

Las alternartivas de Cambio

Para superar el estancamiento en el crecimiento económico y recuparar la senda del desarrollo sostenible es necesario concentrar los fuerzos públicos, privados y comunitarios en la misión estratégica de construir un escenario de largo plazo para el departamento de Boyacá. 

De acuerdo con Mazzucato (2021), las misiones de largo aliento se construyen alrededor de (6) factores estratégicos, que constituyen capacidades endógenas para el despegue hacia escenarios de transformación y cambio: en primer lugar se requiere desarrollar una capacidad “pensar localmente y actuar globalmente” y adoptar un estilo propio de desarrollo. 

Se trata de dotar al departamento de una capacidad prospectiva para construir una visión propia de largo plazo, que le permita enfrentar los grandes desafíos contemporáneos, tales cómo el cambio climático, la crisis económica global, la recomposición de los mercados internacionales, la sociedad del conocimiento, la 4ª Revolución Industrial (4Ri) y la 3ª Revolución Agrícola, las migraciones y, en general, los contextos globales de gran incertidumbre.

En segundo lugar, debemos aprovechar y fortalecer la capacidad endógena o acumulados que se han venido formando alrededor núcleos de experticia donde confluyen la investigación, el desarrollo tecnológico y las innovaciones sectoriales y regionales. Los cuales son el resultado de un trabajo conjunto entre el saber académico, las experiencias industriales, las políticas públicas y el “saber hacer” empresarial y comunitario, como es el caso del corredor industrial de Boyacá.

En tercer lugar, se debe fomentar la capacidad y el dinamismo organizacional y empresarial, mediante la innovación y adopción de nuevos modelos de trabajo colaborativo entre el sector público, privado y las comunidades. No se trata solo de la existencia de alianzas público-privadas, sino de la incorporación de experiencias exitosas de colaboración y gestión mancomunada en la prestación de servicios o en la oferta de bienes públicos.

En cuarto lugar, debemos fortalecer la capacidad de los municipios para generar y apropiarse los excedentes económicos, irrigando y distribuyendo equitativamente los beneficios económicos. Para ello es necesario mejorar y fortalecer sus capacidades de recaudo tributario y fiscal para desarrollar procesos de integración intersectorial e intrarregional que permitan agregar valor y compartir servicios que hoy en día son estratégicos para generar ventajas competitivas, tales como información, formación del talento humano local y dotación de equipamientos locales y regionales.

En quinto lugar, se requiere promover y fortalecer un fuerte sentido de arraigo o cultura de identidad territorial,lo cual se manifiesta en una diversidad de expresiones sociales que enriquecen la vida cultural y generan lo que los genetistas denominan la “fortaleza de lo hibrido”.

En sexto lugar, es indispensable formar y fortalecer una nueva capacidad de liderazgo colectivo, capaz de convocar y conducir procesos misionales donde converjan el sector privado, las comunidades locales y el sector público. En la formación y el despliegue de este nuevo liderazgo social, el Estado, las Universidades y los actores locales juegan un papel fundamental como promotores de procesos de diálogo abierto, democrático y participativo.

En resumen, se trata de participar en los Diálogos Regionales Vinculantes propuestos por el Presidente Gustavo Petro para conformar una Agenda Común de Transformaciones, que nos sirva de base para negociar y acordar un Pacto Regional Vinculante que se incorpore al Plan Nacional de Desarrollo para generar recursos y ventajas competitivas que nos encaminen por la senda de un desarrollo sostenible, equitativo e incluyente.

Tunja, octubre 24 de 2022