lunes, 6 de febrero de 2023

Las matemáticas de Petro y sus cinturones de gobierno

En uno de sus más recientes trinos el presidente Gustavo Petro calificó el desatino de la ministra de Minas, Irene Vélez, como “un error matemático”, en un intento por apaciguar la tormenta desatada por las explosivas declaraciones de Belizza Ruiz, en su intempestiva salida del viceministerio de Minas.

A raiz de las declaraciones de la ministra Vélez en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, sobre la decisión de no otorgar nuevos contratos de exploración, se revivió la hoguera en la que los sectores de oposición quieren quemar viva a la ministra Vélez.

La ministra respaldo sus afirmaciones en el informe que, sobre el estado de los contratos de hidrocarburos, publica cada año el Ministerio[1], donde se hacen unas estimaciones sobre los descubrimientos reportados por las compañias contratistas que realizan las exploraciones[2]

Como lo señaló la ministra Vélez, le corresponde a la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) declarar las posibilidades de comercialización de tales descubrimientos en el informe anual que será publicado en el próximo mes de abril, declarando los distintos tipos de reservas que podrán ser explotados. 

Los recursos disponibles para la transición energética en Colombia se clasifican en: reservas probadas (tipo 1P) que actualmente alcanzarían para un período de 8,6 años, reservas probables (tipo 2P) y reservas posibles (tipo 4 P) que sumadas alcanzarían para 11,6 años.

Además, Colombia cuenta con recursos energéticos descubiertos por las compañias contratistas durante los últimos 15 años, conocidos como recursos contingentes (tipo 3c) y recursos prospectivos, que podrían autoabasternos hasta el año 2037. 

Sin embargo, como lo indica la experiencia y el conocimiento científico, existe un alto margen de incertidumbre respecto a las posibilidades de convertir estos hallazgos en explotaciones comerciales, que demandan la realización de estudios y contratos para hacer viable su explotación.

De tal manera que, el error de la ministra -como lo expreso el presidente Petro- fue la premura para dar por cierto un dato preliminar para soportar su anuncio de una transición energética justa, sostenible y segura. La cual podría tomar, en el mejor de los escenarios, por lo menos 20 años para hacerse realidad.

Esto ha sido calificado por la cacofonía mediática y los sectores de oposición como una falta de sustento técnico e incluso, la exviceministra Ruiz, afirmó que la Ministra le mintío al país y que varios profesionales del ministerio, cuyos nombres fueron incluidos en el polémico informe, no estában de acuerdo con las cifras y desconocian la metodología con la cual había sido elaborado. 

Sin embargo, la ministra Irene Vélez controvirtió estas acusaciones y, en una carta dirigida al presidente firmada por todo el equipo técnico del ministerio, los funcionarios desmintieron las afirmaciones de la doctora Belizza Ruiz e incluso señalaron lo difícil que se había convertido trabajar con una persona tan conflictiva. “Lamentablemente, venimos evidenciando que resulta cada vez más díficil de trabajar mancomunadamente con la viceministra”, expresaron en su carta.

No obstante, los medios decidieron abrirle todos los micrófonos a la doctora Ruiz para que pudiera sacarse la espina y vomitar todo su rencor contra la ministra Vélez, que ha estado en el ojo del huracán desde el momento que expresó su inquebrantable voluntad de conducir, contra viento y marea, la política de transición energética del presidente Petro.

Situación que le ha costado al gobierno no solo la presión de los medios para lograr la salida de la ministra Vélez, sino el intento de los grandes heliotropos ligados al negocio de los combustibles fósiles de frenar el avance de la política energética.

De tal manera que esta controversia superó el terreno de una tranquila discusión académica y técnica para situarse en la agitada arena de la confrontación política. Donde predomina la lógica de la matemática política, en la cual 2 más 2 NO es igual a 4. Y es igualmente extraño que el presidente Petro no lo entienda así o, por lo menos, no quiera expresarlo en estos términos. 

De acuerdo con las ciencias de gobierno, el desempeño de un gobierno es el resultado de un complicado balance entre tres factores estratégicos: el proyecto de gobierno, la gobernabilidad y la capacidad de gobierno. En todo proceso de gobierno, la posibilidad de llevar a cabo sus reformas está determinada por las limitaciones que le impone este triángulo de hierro[3]

El proyecto de gobierno es esencialmente el programa de gobierno, con el cual el presidente gana las elecciones y obtiene la legitimidad para llevar a cabo las reformas propuestas. 

En nuestro país, el programa de gobierno fue sometido a una amplia discusión en los llamados Diálogos Regionales Vinculantes, que se llevaron a cabo en 52 regiones y en cientos de mesas de trabajo, con la participación de más de 250 mil personas y, de las cuales salieron más de 87 mil propuestas. 

Estas propuestas fueron recogidas por el DNP en el documento “Bases del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026”. Bases que fueron debatidas al interior del gobierno con todos los ministerios y con el Consejo Nacional de Planeación. Para luego ser vertidas en el proyecto de Ley que fue presentado al Congreso de la República, reunido de manera extraordinaria para debatirlo y sancionarlo finalmente como Ley Orgánica del PND.

La gobernabilidad se puede entender como la capacidad de los actores políticos e institucionales para ponerse de acuerdo sobre lo fundamental, actuar mancomunadamente para lograr unos propósitos comunes. 

Esto fue esencialmente lo que logró el Pacto Histórico con la coalición de gobierno que le permitío obtener unas mayorías significativas en el Congreso para tramitar y aprobar la reforma tributaria, la Paz Total y el Ministerio de la Igualdad, durante el segundo semestre del año 2022. Estos acuerdos sentaron las bases de la gobernabilidad que en este año electoral requiere del respaldo, la confianza y la movilización de la ciudadania para lograr las grandes reformas sociales propuestas en el proyecto político del Cambio.

La capacidad de gobierno es la capacidad del equipo de gobierno para conducir y llevar a cabo, de manera éxitosa, las reformas propuestas en el programa de gobierno. Factor donde el gobierno del presidente Petro parece tener su mayor “talón de aquiles”.

En general, el desempeño del Gobierno va a depender de manera como se conjuguen estos tres factores. En las actuales circunstancias, parecería que el presidente Petro es proclive a sobrevalorar su experiencia política para conducir los asuntos de gobierno. Es frecuente escuchar dentro de su equipo de gobierno que, la audacia y la rápidez con que responde Petro a los retos que le imponen las contingencias y los avatares del juego político, son la mejor demostración de su extraordinaria habilidad política para lidiar y conducir los destinos del gobierno. 

Sin embargo, esta tendencia a considerar que basta con la mera experiencia política para lograr una buena gobernanza, puede hacerle mucho daño al desempeño de su gobierno, tal como se ha puesto de presente en los más recientes conflictos que han ocurrido al interior del gobierno.

Por obvias razones, las distintas fuerzas que actúan dentro de la coalición de gobierno creen que tienen derecho para actuar libremente, sin restricciones ni límites éticos más allá de sus propias convicciones, tal como ha ocurrió con el caso de la exviceministra o con los desacuerdos manifestados por algunos miembros del gobierno sobre la reforma a la salud.

Sin embargo, en el accionar de la Política existen “reglas del juego” que fijan los límites éticos y determinan hasta dónde es conveniente y, sobretodo, responsable actuar de manera independiente. Es lo que comunmente se denomina hacer lo “políticamente correcto”.

En nuestro país, las malas costumbres políticas y la ausencia de reglas claras y transparentes han termindo por envilecer los escenarios de la política. ¡Entre más opacidad haya mejores “jugaditas” se pueden hacer!. Parece ser el lema de este macabro juego político.

De acuerdo con Matus, la capacidad de gobierno puede ser aún más restrictiva cuando el gobierno intenta proyectos de transformación social muy exigentes o emprende un cambio demasiado radical.

En cada circunstancia histórica, los gobiernos puede encontrar condiciones iniciales de gobernabilidad que limitan su capacidad política. Sin embargo, un líder con la fuerza y la habilidad política del presidente Petro, puede transformar estos espacios de acción política para su gobierno.

No obstante, en América Latina los partidos o coaliciones políticas han tenido una especial ceguera para reconocer su limitada capacidad de gobierno para lograr las reformas propuestas y le atribuyen sus deficiencias a otros factores: a la oposición que indudablemente suele ser implacable, a los medios de comunicación, a alguna conspiración imaginaria, a los mandos medios, o a las condiciones externas.

En nuestro caso, estas deficiencias se han puesto de presente en:

           La creencia que el éxito en las actividades de gobierno y el logro de resultados, dependen más de las cualidades individuales que del trabajo en equipo. 

·          En la escogencia de sus ministros y en la organización de su entorno inmediato de trabajo -conocidos como  la “primera línea”-, el presidente parecer tener en cuenta más la experiencia política y la representatividad de los partidos y movimientos políticos de la coalición de gobierno que la capacidad para trabajar mancomunadamente.  

·      En el desplazamiento del foco de atención del gobierno hacia los asuntos meramente técnico-operativos, con la creencia que las debilidades están en la poca formación académica o científica de los mandos medios, o en la falta de capacidades suficientes para disponer, organizar y conducir los procesos que permitan la obtención de buenos resultados. En estas circunstancias, los gobiernos suelen apoyarse en empresas buscatalentos, como si se tratara de una corporación privada. 

        Esta falsa dicotomía puede conducir a la escogencia de tecnocratas, muy bien formados en los asuntos técnico-operativos pero poco comprometidos con el proyecto político del gobierno. Tal como ocurrió con la exviceministra Ruiz, una mujer muy bien preparada y conocedora de los temas del sector eléctrico pero ignorante y poco comprometida con las politicas de la transición energética del gobierno del presidente Petro, como ella misma lo reconoció. 

·       La supuesta falta de comunicación acertiva de las realizaciones del gobierno. “El gobierno hace mucho y comunica poco”, se suele escuchar como excusa por la falta de resultados. 

·      A esto se le suma el intento de gobernar con un sistema muy precario de agenda que no cuenta con asesoría tecnopolítica que le acompañe en el manejo de los tres cinturones de gobierno.

¿Cómo espera el Gobierno obtener resultados innovadores y ambiciosos, acordes con los propósitos de cambio que persigue, sino cuenta con herramientas novedosas y más apropiadas para llevar a cabo las reformas de manera rápida, efectiva y segura?

La respuesta es simple. 

!El proyecto político del cambio por si mismo no basta para cambiar las cosas. El buen desempeño del Gobierno depende de la calidad de la gestión y del balance crítico de los tres cinturones de gobierno: el proyecto político, la gobernabilidad y una masa crítica de mariscales de campo capaces de poner en operación las directrices de gobierno¡.

Luis Alfredo Muñoz Wilches, 

Febrero 6 de 2023

Postre 1:

Ante el intento de la dupla Robledo-Fajardo de revivir su moribundo proyecto del centro-político, sus antiguos camaradas del Moir le han dicho, como en el coro de la canción tropical: … “ese muerto no lo cargo yo Que lo cargue aquel que lo mato”!

Postre 2:

Con la presentación del proyecto de Ley del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026, al Congreso de la República que se reune de manera extraordinaria, comienza el largo viaje que nos llevará a convertir a Colombia en una Potencia Mundial de la Vida, en medio de las tensiones propias de un momento histórico donde se cruzan los vientos de cola de una leve recuperación de la económica internacional, unas arcas públicas robustecidas por los ingresos de la reforma tributaria, una Paz esquiva y la jauria de las elites y sus bastardos hijos agazapados en la cacofonia mediática de sus anuncios apocalípticos y los canticos nostalgicos del poder


[1] Ver Balance de contratos de hidrocarburos y recursos disponibles para la Transición Energética Justa, del Ministerio de Minas y Energía, diciembre 13 de 2022, publicado en: https://minenergia.gov.co/documents/9628/DIAGNOSTICO_GENERAL_DE_CONTRATOS_DE_HIDROCARBUROS_2022.pdf

[2] De acuerdo con este informe, en noviembre de 2022, la Agencia Nacional de Hidrocarburos ANH había otorgado 322 contratos de exploración, de los cuales 207 cuentan con áreas de exploración y 115 tienen ya áreas en etapa de producción. De los contratos en ejecución, 110 tienen fecha de finalización de su etapa de exploración a partir del año 2023 y hasta el 2032. Solo 70 de esos contratos suscritos en años anteriores tienen compromisos exploratorios hasta 2027-32.

[3] Carlos Matus (1997), El líder sin Estado Mayor: La Oficina del Gobernante. Fondo Editorial Altadir, La Paz, Bolivia.

miércoles, 25 de enero de 2023

Petro en el año del Conejo

Es una inveterada costumbre que el inicio de los períodos o de un año nuevo, según se trate de la óptica civilizatoria con la cuál se establezcan estas periodicidades, se inaugure con pronósticos acerca de lo que podría suceder en este nuevo año. 

En la ancestral cultura oriental China, estos períodos se marcan con la huella de 12 animales que simbolizan las fase del ciclo lunar. Según reza la leyenda, el profeta Buda llamó a todos los animales que habitaban en la Tierra para hablarles del destino del planeta, pero sólo acudieron 12 a la cita. El primero en llegar fue la rata y, por lo tanto, a este roedor se le asignó el primer año del ciclo lunar Chino. Curiosamente, el año 2020 -en el calendario gregoriano- coincidió con el año de la rata y los años sucesivos al buey (2021), al tigre (2022) y este año nuevo al “conejo del agua”.

Según la mitología oriental el signo del Conejo de Agua es el simbolo de la  paz y la esperanza, asociado a los beneficios de la lluvia, que puede limpiar las heridas de la tierra y traer abundancia. Sin embargo, como sucede con toda la dialectica de esta cultura milenaria, la bondad de la lluvia tiene su contraparte en el exceso de las precipitaciones que traen consigo inundaciones y catastrofes. 

Sin necesidad de acudir al oráculo, basta con echarle una mirada a las primeras páginas de los principales diarios del mundo para verificar que la variabilidad y el cambio climático ocuparon la atención de la opinión publica mundial en el inicio de este año, dada la magnitud y la gravedad eventos climáticos extemos. Los torrenciales aguaceros, el deshielo de los polos y las intensas nevadas en muchos países, han agudizado el descontrol climático en todo el planeta. Amenazando con empujarnos hacia un punto de no retorno en la desestabilización del rumbo de nuestra casa común, cómo la denominara el Papa Francisco en su enciclica Laudato si[1].

Está grave situación climática se convirtió en uno de los temas más importantes de la agenda del Foro Económico Mundial, realizado en Davos recientemente. Allí los altos heliotropos de poder económico mundial compartieron su preocupación por los efectos del cambio climático y abogaron por la adopción de una agenda común que conduzca a la reducción efectiva de las emisiones de CO2, mediante la sustitución de los combustibles fósiles y la descarbonización de las economías. Incluso, algunos de los más importantes líderes empresariales fueron más allá y propusieron un modelo de reducción de los niveles de consumo y la desaceleración del ritmo de crecimiento de las economias y los mercados.

Nuestro país no ha sido ajeno a la ocurrencia de estos eventos climáticos extremos. Los cuales han provocado grandes inundaciones en toda la geografia nacional y, recientemente, el colapso de la vía Panamericana que comunica a Colombia con el sur del país y con los demás países del continente Suramericano. El taponamiento de la vía aisló totalmente a la región sur del país y amenaza con convertirse en la más grande crisis de abastecimiento alimentario y de bloqueo económico de los últimos tiempos.

Está emergencia obligó al Presidente Petro a cancelar su agenda final de compromisos en los países europeos para regresar al país de manera intempestiva y ponerse al frente de la atención de los estragos que está causando la emergencia invernal.

Sin embargo, de acuerdo con los pronósticos climáticos del Ideam[2], las tendencias climáticas que se observarán, en el corto y mediano plazo del año 2023, señala una disminución paulatina de las lluvias torrenciales que acompañaron el fenómeno de La Niña durante la mayor parte del año 2022, y su retorno a los niveles históricos de precipitaciones (ENOS-Neutral)[3] a partir del segundo trimestre del año. Lo cuál traerá un alivio a los agricultores que se beneficiarían de los tradicionales períodos de lluvias (marzo-abril-junio), permitiendo la salida normal de las cosechas de la mitaca hacia los meses de mayo-junio.

No obstante, es previsible que los factores externos, derivados de las interrupciones en las cadenas mundiales de abastecimiento provocadas por los efectos rezagados de la pandemia y la prolongación de la guerra en Ucrania, continuaran afectando el costo de los insumos importados y, por ende, la reducción de las áreas sembradas en la primera mitad del año 2023. Situación que se puede ver agravada por la incomunicación del sur del país y el bloqueo de la vía Panamericana. Generando expectativas de precios altos en los alimentos, con los consiguientes efectos especulativos en está región del país, que afectaría particularmente a los habitantes de los departamentos de Nariño, Cauca y Putumayo. 

En relación con la política de paz del actual gobierno, el año nuevo se inició con el anuncio del presidente Gustavo Petro del “cese al fuego bilateral” con los (5) grupos armados ilegales que, en su afán de encontrar caminos más expeditos de su política, se tropezó con la primera “crisis” en las negociaciones cuando la dirigencia del ELN negó la existencia de un acuerdo previo y manifestó desacuerdo con está postura del Gobierno.

Sin embargo, las delegaciones del gobierno y el ELN encontraron rápidamente un camino para retornar a la Mesa de Negociaciones, mediante un encuentro express en Caracas. Reunión que sirvío para recomponer el clima de confianza y reabrir las discusión sobre el cese al fuego bilateral. Temas que serán parte del segundo ciclo de conversaciones que se celebrará en México a partir el próximo 13 de febrero.

Está lección -ojalá aprendida- le señala al gobierno que no basta con las buenas intenciones de su política de Paz Total, sino que es indispensable contar con un método y una estrategia de paz claramente diseñada para avanzar por un camino, seguramente más lento pero mucho más seguro. 

En relación con el balance macroeconómico, el año comenzó con las mismas expectativas del aumento de precios, que durante el año anterior alcanzó la cifra record del 13,5% en el IPC y, particularmente, el alza de más del 25,4% en los precios de los alimentos. Tendencias que generan una alta preocupación tanto al interior del gobierno como entre los productores y, principalmente, en los consumidores. Esta situación se le atribuyó a la llamada “tormenta perfecta” del agro colombiano, debida a la confluencia de cuatro factores críticos: la volatilidad de la tasa de cambio, el alto costo del crédito, las afectaciones del cambio climático y el meteórico aumento de los precios en el dolares de los insumos y materias primas importadas. En particular, los fertilizantes importados pesan entre un 30% y 40% de los costos de producción. Mientras que las materias primas para la fabricación de los alimentos concentrados puede llegar a pesar entre un 70% y 75% del costo total de la producción agroindustrial. 

Si bíen es cierto que, el precio del dolar ha venido disminuyendo a sus niveles históricos y las variaciones climáticas estacionales tienden a estabilizarse, las expectativas del aumento de precios se mantienen sostenidas tanto por los fenómenos especulativos, el acaparamiento en algunos eslabones de las cadenas internas de suministros y la presión que ejerce la persistencia del Banco de la República de mantener sus equivocadas políticas monetarias restrictivas. El alza permanente de las tasas de interés continuará encareciendo el crédito a los productores nacionales, bajo la falsa creencia de que se trata de una inflación de demanda cuando estamos frente a un fenómeno totalmente contrario: de inflación por reducción de la oferta interna.  

Sin embargo, todos los análisis y predicciones del año nuevo por parte de expertos nacionales e internacionales, señalan una tendencia a la reducción de los niveles inflacionarios durante el primer semestre, debido a los factores climáticos y cambiarios favorables.

De tal manera, que es previsible que la reducción de las presiones inflacionarias y cambiarias, lo mismo que un mejor comportamiento climático, permitirán un ciclo de expansión de la oferta alimentaria que se vería aupado por las políticas de fomento que ha venido anunciado el gobierno de Gustavo Petro.

En materia de las finanzas públicas, como consecuencia de la aprobación de la llamada reforma tributaria Ocampo-Petro y el mejoramiento en la eficiencia del recaudo y los mayores controles a la evasión y la elusión tributaria, los indicadores y resultados de las políticas fiscales comenzarán a dar señales favorables para el equilibrio macroeconómico. De una parte, el mayor recaudo tributario traerá consigo la diminución del déficit fiscal y el mejoramiento de las calificaciones del riesgo-país, permitiendo la llegada de nuevos flujos de inversión extranjera. Igualmente, la mayor apreciación del peso colombiano y el efecto de las políticas agrarias e industriales que el gobierno ha anunciado podrían contribuir a disminuir el déficit comercial de nuestro país, fortaleciendo los efectos de las políticas cambiarias y comerciales.

Así mismo, unas finanzas públicas robustecidas ayudarán a financiar las nuevas políticas sociales; en particular el mejoramiento de los ingresos de los sectores más vulnerables y la expansión del gasto público en los sectores de educación, salud, vivienda, vías terciarias, seguridad alimentaria, nutrición y de protección social. Sectores que han sido priorizados en el proyecto del Plan Nacional de Desarrollo y en el Plan Plurianual de Inversiones que lo acompaña.

Sin embargo, el paquete de reformas sociales que ha anunciado el gobierno presentará en está legislatura, carece aún de una presentación más técnica que incentive una discusión democrática y provechosa. Evitando las discusiones bizantinas, amañadas y los desteñidos alaridos del “polo-polo”, que le hacen mucho daño al debate democrático de las reformas.    

Por el contrario, el Presidente Petro ha salido a hacer un llamado a la movilización popular para “discutir” y defender sus reformas sociales. Lo cual es legitimo para un gobierno que ha sido elegido para llevar acabo estás reformas. Sin embargo, está salida se le puede transformar en un búmeran, en un momento político en que las aguas están siendo atizadas por el fragor de las campañas electorales que se han puesto en marcha para las elecciones de la mitaca, que se celebrarán en octubre de este año.

Cómo reza el adagio popular y lo recomienda el “conejo de agua”: ¡sino no quieres cosechar tempestades es mejor no sembrar vientos huracanados!. Es conveniente que el Gobierno se abstenga de alborotar el cotarro y conduzca una discusión mejor informada, más serena y, por ende, más provechosa para la suerte de las reformas. Es el momento de lograr mayores y mejores consensos sobre las reformas sociales que requiere el país con urgencia y para las cuales fue elegido democráticamente el Gobierno del Cambio.


Luis Alfredo Muñoz Wilches

Enero 25 de 2023

 

Postre: 

La transición democrática que conduce Petro está conquistando el apoyo y la admiración de los países Latinoamericanos reunidos en la cumbre de presidentes de la CELAC, en Buenos Aires.



[1] Laudato Si, 2015 es la Carta Encíclica del Papa Francisco sobre el cuidado de la Casa Común.

[2] IDEAM, 2023. Informe de Predicción Climática a corto, mediano y largo plazo, Bogotá, 2023.

[3] ENOS-Neutral es la sigla con que se denomina el fenómeno climático del Niño Oscilación del Sur, lo que quiere decir que ni El Niño ni La Niña prevalecen.

lunes, 21 de noviembre de 2022

El Plan Nacional de Desarrollo un rompecabezas con 50 mil fichas para armar

“Somos una especie en viaje

No tenemos pertenencia, sino equipaje

Nunca estamos quietos, somos trashumantes

Vamos con el polen en el viento

Estamos vivos porque estamos en movimiento”

J. Drexler, cantante y compositor

Con motivo de la presentación del documento “Bases del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026 -PND-”, el DNP comenzó a trazar la cancha y sentar las bases de lo que será el Ley Orgánica del Plan Nacional de Desarrollo, que es el instrumento esencial para orientar las acciones administrativas y el plan de inversiones plurianual de los próximos 4 años.

La construcción del Plan es un proceso que se inició, prácticamente, con el elección del presidente Petro y de su propuesta de gobierno para hacer de Colombia “Potencia Mundial de la vida” y continuó con la realización de 50 "Diálogos Regionales Vinculantes”. De los cuáles, hasta este momento se han realizado 1.800 mesas de trabajo en todo el país, donde más de 200 mil personas han dejado entre 25.000 a 30.000 iniciativas. Una cifra astronómica en materia de participación ciudadana y de presentación de iniciativas para la elaboración del Plan.

De tal manera que, el extraordinario éxito de la convocatoria, se ha convertido en el mayor reto para el DNP de estructurar un plan con la mayor participación “vinculante” en toda la historia de la planeación participativa. Se trata, ni más ni menos, de armar un rompecabezas que tiene sin cuenta mil fichas!

Sin embargo, cómo lo manifestó Jorge Iván González, director del DNP, las propuestas ciudadanas han convergido sobre 5 temas claves para el desarrollo de las regiones: 1.) en materia del ordenamiento territorial, la gente reclama el acceso y disponibilidad de agua potable, el acceso y la formalización de la propiedad rural, la conservación de los páramos y los recursos naturales, y la recuperación y ampliación de las vías terceriarias; 2) en seguridad humana y justicia social, las prepocupaciones se concentran en la precarización y fragmentación de los mercados laborales, las barreras de conectividad y movilidad, y el acceso y gratuidad de la educación técnica y superior; 3) en relación con el acceso y disponibilidad de alimentos sanos, las discusiones giraron sobre el incremento de la productividad agropecuria, el fomento y los incentivos a la producción agroalimentaria y el mejoramiento de la infraestructura de transporte y comercialización; 4) en materia de la transformación productiva y de la matriz energética las preocupaciones se enfocaron en la deforestación y la pérdida de biodiversidad, el estancamiento de la productividad, las crecientes afectaciones climáticas y la diversificación de las exportaciones; y 5.) en relación con los conflictos socio territoriales, el documento llama la atención sobre aspectos tales cómo: la persistencia y ampliación de las brechas urbano-rurales, el acceso y provisión de los servicios públicos, la obsolecencia y baja capacidad institucional de las entidades territoriales, y la convivencia y participación ciudadana.

Para articular estos ejes de transformación, el plan propone unos lineamientos que sirvan de catalizadores para integrar las acciones administrativas sectoriales en programas estratégicos, de largo mediano y alcance, que además podrán ser financiados mediante presupuestos plurianuales, donde concurran los recursos del Presupuesto General de la Nación (PGN), el Sistema General de Participaciones (SGP), el Sistema General de Regalías (SGR) y las finanzas territoriales.

De está manera se busca pasar de la tradicional dispersión y atomización sectorial de las acciones y recursos públicos a la planificación y presupuestación por programas estratégicos. Lo cual constituye un verdadero salto hacia adelante en el proceso de planificación del país.

Sin embargo, el plan adolece de la falta de una más clara conceptualización y caracterización de los problemas territoriales que se propone intervenir; los cuales se quedan en enunciados muy generales pero carentes de descriptores más precisos. 

El director del DNP justifica estas falencias con dos argumentos. Primero no quiere un mamotreo de más de 1.000 páginas, cómo ha sido la costumbre de la planificación normátiva de elaborar el plan con una descripción detallada de todos y cada uno de los sectores. Y segundo, está nueva forma del plan de abordar los problemas territoriales requiere de información e indicadores regionalizados, los cuáles no están disponibles aún y deben ser diseñados en el curso de las discusiones con los diferentes sectores.

Aún así, lo más preocupante de las Bases del PND son tres aspectos críticos: uno, formal, referido a la reiterada utilización de formas verbales nominativas que carecen de la fuerza movilizadora de los objetivos o de las acciones y se quedan en los enunciados muy genéricos.

El segundo aspecto que genera preocupación es la apuesta incierta de financiación del plan basada en la concurrencia de las cuatro fuentes de recursos (PGN, SGP, regalías y finanzas territoriales) sobre los cuales no se tiene plena gobernabilidad: en primer lugar, la asignación de los recursos del PGN y el SGP tienen demasiadas inflexibilidades, que han sido el producto de la abigarrada normatividad sectorial que condiciona la manera cómo se reparten y atomizan los recursos. 

Finalmente, la imposibilidad de las finanzas territoriales de disponer de nuevos recursos, en el corto y mediano plazo, dando que la apuesta del fortalecimiento de los catastros municipales y/o de otros recursos derivandos de la aplicación de las cargas y beneficios por los cambios de uso del suelo son bastante inciertos.

De manera tal que la versión del documento Bases del Plan, puesta a consideración del Consejo Nación de Planeación, tiene a su favor las fortalezas, derivadas de la visión estratégica y de los elementos catalizadores e integradores de las acciones administrativas; pero también sus deficiencias en materia de la carencia de instrumentos conceptuales y prácticos que hagan más coherentes y sostenibles sus apuestas. 

Espermos que la visión estrategica del Alto Gobierno y la capacidad tecnopolítica del director del DNP se impongan para enmendar la plana y lograr un plan mucho más consistente y sostenible desde el punto de vista macroeconómico, político y financiero.     

¡Amanecerá y veremos!


Luis Alfredo Muñoz Wilches 

Bogotá, noviembre 21 de 2022

martes, 25 de octubre de 2022

DESEMPEÑO COMPETITIVO DEL DEPARTAMENTO DE BOYACÁ: Un balance agridulce

Luis Alfredo Muñoz Wilches, Economista MSc 

Presidente de la Corporación Propósito Boyacá

Bajo desempeño de la producción departamental

Boyacá no avanza y, por el contrario, durante los últimos lustros parece haber entrado en una fase de estancamiento, pérdida de competitividad y reducción de su capacidad productiva.

De acuerdo con la información suministrada por el Dane y el Centro de Pensamiento en Estrategías Competitivas de la Universidad del Rosario (CEPEC, 2021), durante los últimos 20 años el desempeño competitivo del departamento de Boyacá muestra un panorama de contrastes agridulces entre factores de estancamiento y dinámicas de crecimiento de la productividad y competitividad.

En materia de productividad, la participación de algunos sectores económicos en el PIB Departamental (Dane, 2022), durante el período 2005-2021, muestra un relativo estancamiento. El valor generado por el sector agrícola ha permanecido frenado alrededor de los $2,500 mil millones de pesos (Dane, base 2015) y su participación en el PIB departamental (2021) fue de 12,5%. Similar a la participación que tuvo el sector en el año 2005 del 12,3% del PIB Total. (ver Grafico 1)

Gráfico 1 PIB Departamental Boyacá por sectores 2005-2021

Fuente: Dane, 2022

Igualmente, como se observa en el gráfico anterior, el PIB del sector industrial se estancó alrededor de los $3,000 mil millones de pesos (Dane, base 2015), que representan el 12,4% del PIB departamental. Este nivel alcanzado recientemente constituye una disminución de más de 4 puntos con relación al año 2005, que fue del 16,7%; lo cual significa una reducción en el aparato productivo del departamento.

Así mismo, en el sector de la minera y las canteras, se observa una severa reducción de su capacidad productiva; la cual descendió de los $2,000 miles de millones de pesos que tuvo en el 2015 a tan solo $1,150 mil millones en el año 2021 (Dane, base 2015) y su participación en el PIB departamental se redujo a la tercera parte, al pasar de representar el 17,4% en el 2012 a solo el 5,7% en al año 2021.

Por el contrario, los sectores que han venido incrementando su participación en el PIB departamental son la construcción, que pasó de $640 mil millones en el año 2012 (7,8% PIB Dptal) a $2,544 mil millones en el año 2019 (10,3% PIB Dptal), el comercio y la administración pública, que han venido incrementando su participación en el PIB, al pasar de los $2,719 mil millones de pesos en el año 2005 a los $4,246 mil millones en el 2021 y de $1,873 mil millones en el 2005 a $3,399 mil millones en el 2021, respectivamente. Lo que equivale al 17,8% y el 13,7 % respectivamente.

Gráfico 2 Participación (%) PIB Departamental por sectores 2005-2021

Fuente: Dane, 2022

El resto de sectores han conservado su participación relativa en el PIB Departamental, con relativas fluctuaciones, como los servicios públicos (7%), las actividades inmobiliarias (5,7%), los servicios personales (4,5%), el sector financiero (2%), las TIC (1,5%), y sector cultural (1,3%).

Factores que afectan la productividad y competitividad del departamento de Boyacá

Este balance de contrastes en el desempeño de los sectores productivos del departamento, sí bien se vió afectado por la crisis de la pandemia del Covid 19 en los años 2019-20, sin embargo obedece a factores más estructurales que afectan la productividad y la competitividad del aparato productivo de Boyacá. 

De acuerdo con el Informe de Competitividad e Innovación (CPC y CEPEC, 2021), que mide el desempeño de los indicadores de competitividad (IDC) e innovación (IDIC), el Departamento de Boyacá cuenta tanto con factores que afectan su desempeño, como aquellos que estimulan el crecimiento de la productividad y competitividad; tales como: las instituciones, la infraestructura, el tamaño de los mercados, el capital humano, la gestión ambiental y la sofisticación e innovación empresarial. 

En términos generales, el desempeño de las instituciones, la gestión ambiental, y el tamaño y sofisticación de los mercados han tenido un comportamiento insatisfcatorio durante los últimos años en el departamento. 

En relación con el primer aspecto, el desempeño de las instituciones ha sido afectado por la obsolescencia de los modelos de gestión, la baja efectividad fiscal, la poca transparencia y la baja capacidad de regulación y protección de los derechos sociales y ambientales por parte de las administraciones territoriales.

Por el contrario, el departamento de Boyacá cuenta con una relativa buena dotación de infraestruturas tanto en materia de la red primaria de carreteras, por su localización y cobertura (eje Briceño-Tunja-Sogamoso), como por la amplia cobertura de la energía eléctrica (98% del territorio) y los servicios públicos domiciliarios.

En relación con la gestión ambiental, este sigue siendo el factor más crítico en materia de la productividad y competitividad, debido a aspectos como la deforestación, la escasa cobertura vegetal de los bosques de alta montaña, el aumento en las emisiones de CO2 en fuentes fijas y las deficiencias en la gestión ambiental y del riesgo climático en la mayoria de los municipios de Boyacá.

En relación con el tamaño y sosfisticación de los mercados, se han visto limitado por factores tales como: el bajo dinamismo empresarial, la escasa promoción comercial, la carencia de integración logística y las dificultades en la provisión de bienes y servicios. Lo cual significa que carecemos de cadenas de valor integradas que permitan lograr mayores economias de escala y faciliten la articulación a los mercados regionales, nacionales e internacionales.

Finalmente, el aumento en la cobertura y calidad de la educación tanto básica, media, técnica y tecnológica como superior, han contribuido a mejorar la calidad del capital humano. Razones por las cuales el departamento de Boyacá ocupa los primeros lugares en la “calidad de la educación” a nivel nacional. Adicionalmente, las actividades de investigación y desarrollo tecnológico se han venido fortaleciendo, obteniendo reconocimientos en los ecosistemas de investigación, desarrollo tecnológico e innovación del país.

Sin embago, persisten brechas y desarticulaciones entre la educación secundaria, técnica y tecnológica y la educación superior; lo mismo que la rigidez y falta de flexibilidad curricular para incorporar los nuevos avances en materia de las tecnologias de información y comunicación (TIC), la inteligencia artificial (IA), los nuevos materiales, las ciencias y técnicas de dirección y liderazgo y, en general, los avances derivados de la 4ª revolución industrial (4Ri) y la 3ª revolución agrícola. 

Sintesis

Tal como quedo demostrado en los datos preliminares, durante los últimos años la contracción del PIB departamental fue superior al desenso del PIB nacional, debido al precario desempeño de los sectores agropecuario, industrial y minero que redujeron sus participaciones en el PIB departamental. 

En general, el bajo desempeño en la explotación minera, la industria manufacturera y la construcción obedecen a factores estructurales que, aún con la ayuda del alza en el valor de las exportaciones minero-energéticas no alcanzó a absorber la caida en el valor agregado de estos sectores, se relacionan con el predominio de un modelo extraccionista basado en la ventaja comparativa que representa de abundacia relativa de los recursos naturales no renovables.

Adicionalmente, la pandemia afectó gravemente el desempeño del mercado laboral, aumentando las brechas laborales en la tasa de desempleo (TD) que para las mujeres fue del 13,8% y del 19,8% para los jóvenes, 3 y 9 puntos por encima respectivamente de la TD general, que fué del 10,6%. De tal manera que la crisis del Covid 19 , agudizó la contracción de los mercados laborales, afectando también la Tasa General de Participación (53,2%). 

Lo cual se ha convertido en un factor que refuerza la expulsión de la población entre los 18 y los 35 años, los cuales se ven forzados a emigrar hacia Bogotá y otras ciudades capitales en la busqueda de mejores oportunidades laborales.  

En relación de la capacidad de innovación y desarrollo tecnológico, el departamento de Boyacá se estancó alrededor de los 33 puntos, imposibilitando su avance y, en un mundo tan competitivo, no avanzar significa quedarse rezagado; tal cómo ha ocurrido efectivamente frente a departamentos con similares condiciones de desarrollo como Cundinamarca, Tolima y Santander, los cuales han avanzado en sus capacidades de innovación (CEPEC, 2021).

En general, al departamento se le ha dificultado transformar insumos en resultados afectando la eficiencia en la capacidad de innovación, como resultado del poco dinamismo que se presenta tanto en la producción de conocimientos y tecnologías como en la producción creativa. 

Estas dificultades en la eficiencia innovadora tienen que ver con factores como: la baja capacidad de las administraciones territoriales para implementar políticas públicas y de regulación; la calidad de la educación superior y de formación del capital humano. Igualmente, existen dificultades en la diversificación de los mercados destino de la producción alimentaria, industrial y minero-energética.

Las alternartivas de Cambio

Para superar el estancamiento en el crecimiento económico y recuparar la senda del desarrollo sostenible es necesario concentrar los fuerzos públicos, privados y comunitarios en la misión estratégica de construir un escenario de largo plazo para el departamento de Boyacá. 

De acuerdo con Mazzucato (2021), las misiones de largo aliento se construyen alrededor de (6) factores estratégicos, que constituyen capacidades endógenas para el despegue hacia escenarios de transformación y cambio: en primer lugar se requiere desarrollar una capacidad “pensar localmente y actuar globalmente” y adoptar un estilo propio de desarrollo. 

Se trata de dotar al departamento de una capacidad prospectiva para construir una visión propia de largo plazo, que le permita enfrentar los grandes desafíos contemporáneos, tales cómo el cambio climático, la crisis económica global, la recomposición de los mercados internacionales, la sociedad del conocimiento, la 4ª Revolución Industrial (4Ri) y la 3ª Revolución Agrícola, las migraciones y, en general, los contextos globales de gran incertidumbre.

En segundo lugar, debemos aprovechar y fortalecer la capacidad endógena o acumulados que se han venido formando alrededor núcleos de experticia donde confluyen la investigación, el desarrollo tecnológico y las innovaciones sectoriales y regionales. Los cuales son el resultado de un trabajo conjunto entre el saber académico, las experiencias industriales, las políticas públicas y el “saber hacer” empresarial y comunitario, como es el caso del corredor industrial de Boyacá.

En tercer lugar, se debe fomentar la capacidad y el dinamismo organizacional y empresarial, mediante la innovación y adopción de nuevos modelos de trabajo colaborativo entre el sector público, privado y las comunidades. No se trata solo de la existencia de alianzas público-privadas, sino de la incorporación de experiencias exitosas de colaboración y gestión mancomunada en la prestación de servicios o en la oferta de bienes públicos.

En cuarto lugar, debemos fortalecer la capacidad de los municipios para generar y apropiarse los excedentes económicos, irrigando y distribuyendo equitativamente los beneficios económicos. Para ello es necesario mejorar y fortalecer sus capacidades de recaudo tributario y fiscal para desarrollar procesos de integración intersectorial e intrarregional que permitan agregar valor y compartir servicios que hoy en día son estratégicos para generar ventajas competitivas, tales como información, formación del talento humano local y dotación de equipamientos locales y regionales.

En quinto lugar, se requiere promover y fortalecer un fuerte sentido de arraigo o cultura de identidad territorial,lo cual se manifiesta en una diversidad de expresiones sociales que enriquecen la vida cultural y generan lo que los genetistas denominan la “fortaleza de lo hibrido”.

En sexto lugar, es indispensable formar y fortalecer una nueva capacidad de liderazgo colectivo, capaz de convocar y conducir procesos misionales donde converjan el sector privado, las comunidades locales y el sector público. En la formación y el despliegue de este nuevo liderazgo social, el Estado, las Universidades y los actores locales juegan un papel fundamental como promotores de procesos de diálogo abierto, democrático y participativo.

En resumen, se trata de participar en los Diálogos Regionales Vinculantes propuestos por el Presidente Gustavo Petro para conformar una Agenda Común de Transformaciones, que nos sirva de base para negociar y acordar un Pacto Regional Vinculante que se incorpore al Plan Nacional de Desarrollo para generar recursos y ventajas competitivas que nos encaminen por la senda de un desarrollo sostenible, equitativo e incluyente.

Tunja, octubre 24 de 2022

sábado, 11 de junio de 2022

El dilema de esta campaña: ¿el cambio para seguir peor?

“También esta noche, tierra, permaneciste firme 

Y ahora renaces de nuevo a mi alrededor. 

Y alientas otra vez en mi la aspiración de luchar 

sin descanso por la existencia humana”

Fausto, Goethe

Los resultados electorales de la primera vuelta dejaron a Gustavo Petro y a Rodolfo Hernández como los dos candidatos que se enfrentarán en la segunda vuelta como dos opciones distintas de cambio. Cabe entonces preguntarse cuál es el tipo de cambio representa cada uno de ellos? Y, si realmente están interpretando el anhelo de cambio de la mayoría de los colombianos que se expresó contundentemente en las urnas? O, por lo contrario, sus propuestas son meros simulacros que nos alejan de la posibilidad del verdadero cambio que necesitamos en el país? O, se trata del viejo truco de las oligarquías colombianas de “qué todo cambie para seguir igual”? 

Las respuestas a estos interrogantes pueden ayudarnos a dilucidar no solo las reales diferencias entre las dos opciones de cambio, sino también nos permite aclarar acerca  del tipo de cambio estamos necesitando en Colombia.

Estanislao Zuleta nos advirtió, en su discurso sobre “El Elogio a la dificultad”, que nuestra principal desgracia no está en que seamos incapaces de lograr lo que deseamos, sino en la forma misma cómo deseamos cambiar. Nuestro pecado original está en que anhelamos volver al mismo estado de cosas del cuál queremos salir!

Después de haber padecido el peor régimen de corrupción, violencia, pobreza, y desigualdad, en la historia reciente del país, las oligarquías que controlan el régimen establecido intentan acomodar el tablero electoral para perpetuarse en él. Tal como lo expresara Nestor Humberto Martínez, uno de los más notable representante de las elites dominantes, en su última columna del diario El Tiempo: “En las elecciones del domingo 19 de junio, los colombianos vamos a votar por el cambio” Y, a renglón seguido llamó a votar por el candidato de sus preferencias, Rodolfo Hernández, a quién calificó como “otro tipo de cambio”.

Se trata, ni más ni menos, del intento a “sotto voce” de las elites dominantes de proponer como “modelo de cambio”, la figura idílica de un conspicuo exalcalde de Bucaramanga que saltó a la palestra presidencial gracias a la cachetada y a los improperios que le propinó a un exconcejal de la capital de Santander, Jhon Claro, por haberse atrevido a increpar su interés indebido en el famoso contrato de manejo de las basuras en Bucaramanga (Vitalogic). Empresa de la cual su hijo y su esposa recibieron coimas. 

Rodolfo Hernández encarna la figura de un “patrón” intolerante, procaz, misógino, xenófobo y aporofóbico, que atropella a sus subalternos, golpea a sus contradictores, desprecia a las mujeres y a los pobres. No de otra manera se puede entender sus frecuentes alusiones a las mujeres como procreadoras, destinadas a las labores del hogar, porque los asuntos del poder son una cuestión de “machos”.

Igualmente, sus referencias a los “pobres hombresitos” que están condenados de por vida a pagar costosas hipotecas para adquirir vivienda propia, que son la “delicia” de los urbanizadores que, como él, se han enriquecido construyendo Viviendas de Interés Social (VIS) con la “chequera” de los dineros públicos.

Para comprender la trágica paradoja que nos plantea Zuleta es necesario volver a las preguntas iniciales, acerca de cuál es el modelo de cambio que está en ciernes de definirse el próximo domingo 19 de junio. 

De un lado, están todos los sectores tradicionales y clientelistas que han usufructuado los privilegios del poder para enriquecerse, acudiendo a un modelo extractivista, que degrada los recursos naturales, socava la biodiversidad, fomenta la minería -legal e ilegal- y el uso intensivo de los combustibles fósiles. Eludiendo el pago de los impuestos que le corresponden, y haciendo de Colombia el segundo país Latinoamericano y el sexto más desigual en el mundo.

Estos sectores están muy preocupados con el malestar social que comenzó a manifestarse con motivo del Acuerdo de Paz, y que se transformó en un estallido social durante la reciente crisis de la pandemia, que aumentó el hambre, la pobreza y el desempleo de millones de colombianos. Protesta que fue brutalmente reprimida por el gobierno del presidente Duque, con un costo de más de 100 jóvenes asesinados y miles de heridos, perseguidos y estigmatizados por las fuerzas armadas. 

Fenómenos éstos que amenazan la tranquilidad y estabilidad de las élites en el poder y la hegenomía del régimen dictatorial y corrupto instaurado por el expresidente Uribe, a comienzos de la primera década del siglo XXI.

Ahora, estos sectores ven en la opción de Rodolfo Hernández, la única posibilidad de frenar el cambio que representa Gustavo Petro, para conservar sus egoístas privilegios. La oferta del candidato de gobernar acudiendo al “estado de conmoción interior”, que le otorga poderes excepcionales para reducir el tamaño del Estado, desmontar las garantías laborales, restingir las libertades y las garantías individuales, e incluso -sí es el caso- acallar las voces de la oposición en el congreso, para eludir el necesario y democrático control político. 

Sin embargo, el uso de este expediente de los regímenes de excepción no es algo nuevo. El expresidente Álvaro Uribe cuando llegó por primera vez a la Casa de Nariño, en el año 2002, decretó la conmoción interior. Y bajo su mandato se incrementaron las violaciones a los derechos humanos, se disparó la violencia contra la población civil, los desplazamientos forzados y la persecución a los opositores del gobierno. Un régimen dictatorial que desató el fenómeno de las ejecuciones extrajudiciales, conocidas como los “falsos positivos” que dejaron un saldo de 6.402 jóvenes asesinados a manos de las FF.AA.

Sin ir más lejos, el gobierno actual del presidente Duque, aprovechó la crisis de la pandemia para declarar el Estado de Emergencia Sanitaria que le permitió hacer uso de los decretos de emergencia y hacerse al control de todas las ramas del poder público, para imponer una verdadera dictadura civil.

De tal manera, que el cambio que propone el candidato Hernández es un giro de 360 grados. Un “circulo vicioso” que nos devuelve al mismo estado de cosas que nos dejó el régimen uribista que gobernó durante los últimos 20 años el país. 

Para encubrir sus reales intenciones, los publicistas y opinadores que dirigen la campaña de Rodolfo Hernández, decidieron envasar este viejo truco en una narrativa aparentemente nueva y remozada. 

Angel Becassino, el publicista que está detrás de la imagen del candidato, en compañía del propagador de la denominada franja amarilla, William Ospina, violando todos los códigos éticos y morales del mercadeo político-electoral pretenden venderle a los colombianos un simulacro de cambio.

El primer código que violan es de la “propaganda engañosa” que consiste en presentar un producto con unas calidades que está muy lejos de poder cumplir. El adalid de la anticorrupción tiene un tremendo “rabo de paja”. Ha sido imputado por la fiscalía y llamado a juicio por un delito de corrupción de interés indebido en la contratación pública.

El segundo criterio ético que desconocen estos publicistas es la falsedad del “imperativo categorico” que, dice el candidato Hernández, lo obliga a actuar correctamente, bajo su lema de campaña: “NO MENTIR, NO ROBAR, NO TRAICIONAR”. 

Sin embargo, el candidato Rodolfo Hernández miente cuando afirma que no tiene ningún proceso en su contra y que solo se trata de unos “vergajos que le quieren hacer daño”. Lo cierto es que las evidencias del delito de corrupción que ha logrado acopiar la fiscalía son abundantes y concluyentes. Rodolfo Hernández no solo conocía perfectamente las andanzas de su hijo para favorecer a sus socios de Vitalogic, sino que él mismo, siendo Alcalde y estando impedido por la ley, intervino directamente en la escogencia del contratista que habría de encargarse de elaborar los pliegos de la licitación del contrato de las basuras de Bucaramanga.

Por la tipicidad de la conducta del acusado ex alcalde, se le imputan los cargos de contratación sin el cumplimiento de requisitos legales e interés indebido en la celebración de contratos. Delitos que le darían entre 6 y 20 años de cárcel en el juicio por corrupción que le inició el juez penal del circuito de Bucaramanga. 

En su reciente gira por el sur de los EEUU, el candidato se negó a responder sobre este tema cuando, en medio de la entrevista que sostenía en la cadena estadounidense Telemundo, los periodistas lo cuestionaron sobre el tema de Vitalogic, sus asesores interrumpieron el set para terminarla abruptamente. En esos momentos el candidato, visiblemente contrariado la emprendió contra el periodista diciéndole: “… usted no puede pretender hacer esa pregunta para desprestigiarme cuando yo lo que he hecho es servirle … yo no me robado un peso, nunca me lo robé” (Sic!). 

Este tipo de incidentes con la prensa, no solo nos recuerdan las “salida de los chiros” del expresidente Álvaro Uribe cuando lo cuestionaban por alguno de los innumerables hechos delictivos en que se vio envuelto durante sus 8 años de gobierno, sino que dejan en evidencia su absoluta intolerancia con la labor de la prensa. 

Además, la explicación manifiesta de Rodolfo Hernández de negar cualquier culpabilidad por el robo de los dineros públicos porque, según afirmó “tiene el alma limpia”, es una clara evidencia de lo que los estudios del psicoanálisis llama una personalidad profundamente perturbada que oculta sus malignos propósitos bajo la máscara de un hombre bueno. “Explicación no pedida culpa manifiesta”, como reza el refrán popular.

En tercer lugar, la decisión del candidato de la Liga de Gobernantes contra la Corrupción de rehuir el debate público y escudarse bajo el pretexto de una supuesta amenaza contra su vida, denota la ausencia de criterios morales que, según el sociólogo Max Weber, deberían ser el principal compromiso ético de un político profesional: la ética de la responsabilidad. No basta con proclamar la buena intención de no robar o tener el alma limpia para garantizar la transparencia y la pulcritud de sus acciones, sino que cualquier político debe responder primordialmente por sus acciones y las consecuencias que se deriven de ellas. De tal manera, que utilizar medios fraudulentos o contrarios a la ley para alcanzar sus finalidades, así sean estas muy loables, lo hacen responsable como determinador de los hechos de corrupción que se produjeron en el proceso de contratación del frustrado contrato con el operador de basuras Vitalogic y que hoy tiene al municipio de Bucaramanga al borde de perder la demanda interpuesta por el contratista por más de 500 mil millones de pesos.

De tal manera que la apuesta del candidato Rodolfo Hernánez, calificada por la gran prensa como el “otro tipo de cambio”, no es más que un círculo vicioso que nos conduciría a prolongar otros 4 años más el régimen uribista de la corrupción, el narcotráfico y el autoritarismo.

De otra parte, la propuesta del “Cambio por la Vida” que encabezan Gustavo Petro y Francia Márquez, ha sido calificada por la prensa internacional y por muchos académicos, intelectuales y líderes de opinión, en Colombia y el mundo, como un programa progresista y socialdemócrata. El candidato Gustavo Petro propone realizar profundas reformas económicas y sociales que, respetando el marco constitucional vigente, logren disminuir la pobreza y las desigualdades sociales, transforman el aparato productivo, cambien el modelo energético, protejan los recursos naturales y la diversidad de los ecosistemas, incrementen la capacidad de resiliencia y la lucha contra el cambio climático, favorezcan la igualdad de las mujeres y las poblaciones étnicas, consoliden los acuerdos de paz y el desarrollo de los territorios más olvidados, restablezcan las relaciones internacionales y la fortalezcan la soberanía y la intervención del Estado.

Sin embargo, para lograr que esta opción del Cambio por la vida se constituya en una posibilidad real de lograr para Colombia un círculo virtuoso, se requiere sortear grandes retos y desafíos:

El primer desafío es vencer el temor y la incertidumbre de estar frente a un salto al vacío. En una sociedad tradicionalmente conservadora y conformista como la colombiana, la incertidumbre de un cambio genera mucha resistencia, sobre todo entre los sectores que se consideran favorecidos con el estado de cosas actual y entre los grupos de ingresos medios y altos que han logrado cierta estabilidad en sus formas de vida urbana y rural. Lo que en sociología se denomina el statu quo. Es decir, son aquellos sectores que prefieren lo “malo conocido” a “lo bueno por descubrir”.

Electoralmente, estos sectores han estado vinculados a los partidos tradicionales y los sistemas clientelistas que les ha permitido obtener pequeñas dádivas, a cambio de su respaldo electoral. Son, generalmente, lo que Weber llamaría la burocracia profesional. 

Pero también se incluye en este sector a los trabajadores independientes y empresarios que se ven forzados a horadar en la contratación pública para consolidar y/o ampliar sus emprendimientos.

El segundo desafío lo representa la capacidad (o incapacidad) para adaptar y acercar más las narrativas del cambio a las diversas expectativas y dinámicas territoriales. Un esfuerzo en esta dirección, aúnque poco sistemático y desordenado, lo intentó desarrollar Gustavo Petro en sus discursos en las plazas públicas de las distintas regiones que recorrió en la primera vuelta.   

Finalmente, la falta de un proyecto de organización política más sólida permitió que la campaña fuera permeada por una multiplicidad de pequeños intereses y rencillas grupistas entre los diferentes colectivos que configuran el Pacto Histórico y sus aliados. A pesar, del exitoso experimento en la conformación de las listas cremallera, que permitió lograr una mayor equidad en la participación y representación política, no se vislumbra una unidad dentro de la diversidad. De tal manera que solo la voz del líder logra mantener la unidad de acción de la campaña.

Un lamentable mal ejemplo de esto se reveló de cuerpo entero en el escándalo de los llamados “petrovideos”, mediante los cuales la labor de zapa del amarillismo periodístico, puso en la picota pública las discusiones internas de la campaña del Pacto Histórico. Si bien es cierto que en esos videos no se denota delito alguno, ni tampoco la malévola intención de hacer daño a otras campañas, si se dejó ver las “orejas de burro” de los bajos instintos que predominaron en las reuniones de estrategia política de la campaña.

En política como en la vida pública de los dirigentes, se aplica la famosa frase del emperador Julio Cesar “No solo debe ser honrada, sino además parecerlo

Luis Alfredo Muñoz Wilches,

Junio de 2022

 

 

 

Adenda 1:

Tatyana Janer Orozco, la mujer que irrumpió abruptamente la entrevista que sostenía el candidato Hernández en la cadena estadounidense Telemundo, cuando fue cuestionado por el caso de corrupción en su alcaldia de Bucaramanga, es una avezada comunicadora que lo acompañaba su gira por la Florida y quien ha expresado públicamente su admiración y fanatismo por el expresidente Uribe. ¡Dios los cría y el diablo los junta!

Adenda 2

El candidato Hernández que ha eludido presentarse al debate electoral en Colombia, para no tener que dar explicaciones sobre el juicio penal que enfrenta en Bucaramanga, se fue tranquilamente a los estados unidos a buscar los votos uribistas en Miami, pero le fue cómo los “perros en misa” cuando los periodistas lo interrogaron por estos hechos de corrupción. ¡Cómo quién dice que salió de guatemala para guatepeor!

Adenda 3

Al parecer los “petrovideos” que reveló la revista Semana fueron obtenidos fraudulentamente, chuzando las conversaciones internas de la campaña del Pacto Histórico de su plataforma de zoom, para causar zozobra y desconcierto faltando apenas 8 días para la segunda vuelta. Pero, al igual que muchas de las campañas sucias que ha intentado desatar la revista contra Gustavo Petro, se le han devuelto como un bumerán.

Amanecerá y sabremos a quién le creen los colombianos el próximo 19 de junio.