lunes, 21 de mayo de 2012

Por qué la pobreza rural no se reduce?


En medio del alborozo con que el Gobierno celebro las nuevas cifras de pobreza que fueron divulgadas en la semana anterior (DANE), el Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Juan Camilo Restrepo, se mostró bastante escéptico y expreso: “esperamos que la pobreza rural continúe descendiendo

Y le sobran razones al Ministro para mostrarse escéptico. Las cifras de la Encuesta de Calidad de Vida –ECV- 2011, reveladas por el DANE, muestran que si bien la incidencia de la pobreza rural por ingresos en el período 2010-11 se redujo en 3,6 puntos porcentuales, al pasar de 49,7% a 46,1%. La brecha con respecto al sector urbano (34,1%) se mantuvo, siendo la pobreza rural 12 puntos porcentuales superior a la urbana.

En efecto, las brechas entre el sector rural y el urbano, en materia de cobertura de los servicios sociales básicos, aumentaron: las tasas de asistencia escolar primaria ascendieron al 95,8% en el sector urbano y el 89,9% en el rural; a nivel medio fueron 92,5% y 84,4% respectivamente; y a nivel de la educación secundaria ascendieron a 78,2% y 59,2% respectivamente. Mayor incidencia tiene el analfabetismo que en el sector rural afecta al 14% de la población. En materia de acceso a los servicios de salud, en los centros urbanos el 91% de los habitantes tienen cubierto el servicio, tanto en el contributivo (60%) como en el subsidiado (40%). Mientras que en el sector rural la cobertura del servicio de salud llega al 87%, de ellos el 82% pertenece al régimen subsidiado y solo el 17,4% al contributivo.

Una situación similar se vive en materia de cobertura de los servicios públicos domiciliarios. Mientras la cobertura de los servicios de energía eléctrica en los centros urbanos llega al 99,5% de los hogares, en el campo alcanza el 89,9%. En materia de agua y alcantarillado, el 96% de los habitantes urbanos disponen de agua potable, frente al 56% de los pobladores rurales; y el 89% de los hogares urbanos cuenta con servicio de alcantarillado, frente a tan solo el 12,3% de los hogares campesinos. Igualmente, el déficit de vivienda en los centros urbanos es de 38,6%, en el sector rural es superior al 50%.

Las brechas sociales existentes entre el sector rural y el urbano también se han visto reforzadas por el desigual crecimiento económico. Las cifras suministradas por el DANE (Cuentas Trimestrales, 2011) también dan cuenta de este desequilibrio pues, mientras el PIB total creció en un 5,9%, el PIB Agropecuario solo alcanzó un modesto 2,2%. De tal manera que el Ministro Juan Camilo Restrepo tenia muy pocas razones para compartir el alborozo del Gobierno por el desempeño de las cifras de pobreza y crecimiento económico. 

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