2016: Año de la encrucijada
del campo colombiano
Luis Alfredo Muñoz W.
Experto
en desarrollo rural
Con la llegada del nuevo año se inicia un periodo crucial para el campo
colombiano. Después de los festejos del fin de año y de la resaca y la sequia con
que comienza el año, el 2016 será sin lugar a dudas un año de grandes
encrucijadas del campo colombiano. La
posibilidad de lograr el anhelado Acuerdo de Paz con la guerrilla de las FARC, el
inicio de la reforma rural integral, la devastadora huella del cambio climático
y la volatilidad de los mercados y los precios de los alimentos y las materias
primas a nivel internacional, constituyen un cuadro de grandes contrastes y
expectativas para el campo colombiano.
Después de más de 50 años de confrontaciones armadas que han dejado una
larga estela de destrucción, muertes y desplazamiento forzado de millones de
campesinos, se ve con mayor nitidez el inicio del fin del conflicto armado en
el campo colombiano, lo cual traerá la paz y el sosiego a los hogares
campesinos de las más apartadas regiones del país. No obstante, ello dependerá
del amplio respaldo ciudadano que logre el Plebiscito por la Paz y de la aprobación
y puesta en marcha de las reformas institucionales que cursan actualmente en el
Congreso para crear una jurisdicción de paz, justicia y reconciliación, y de la
firme voluntad de las FARC de hacer dejación de las armas y su reincorporación
a la vida civil y democrática del país.
Para el sector rural y agropecuario el inicio de la reforma rural integral,
que forma parte de los acuerdos de paz de La Habana, constituye el mayor desafío
de las políticas de transformación del campo que fueron aprobadas como
lineamientos estratégicos del Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018 “Todos por un Nuevo País” y que los gobernadores
y alcaldes, recién posesionados, tendrán que incorporar en sus planes de
desarrollo territorial. El ordenamiento social y productivo de las tierras
rurales que viene siendo objeto de un juicioso y arduo trabajo de las entidades
del sector, bajo la coordinación de la UPRA, constituye una hoja de ruta
importante para lograr el acceso y democratización de la propiedad rural, la
planificación y uso productivo más eficiente de la tierra, y el cierre de la
frontera agrícola. La provisión y acceso a los bienes y servicios públicos rurales
para las poblaciones campesinas, y el mejor y mayor acceso de los productores
agropecuarios y rurales a los bienes productivos, constituyen factores claves
para lograr el cierre de las brechas urbano-rurales y la mejoría en las
condiciones de vida del campo colombiano.
En particular, la puesta en marcha de las tres nuevas Agencias Estatales, que
son el eje de la nueva arquitectura institucionalidad rural, constituye un inmenso
reto no sólo para el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural sino para el
Gobierno Nacional y las entidades territoriales. Del diseño cuidadoso de los
instrumentos de política, la asignación oportuna y suficiente de recursos y de
los arreglos institucionales que permitan la mayor flexibilidad y adaptación a
las particularidades regionales, depende el éxito de la estrategia de
desarrollo rural integral con enfoque territorial.
De otra parte, en el año que se inicia es urgente hacerle frente a las devastadoras
consecuencias del cambio climático, con sus secuelas de sequía, incendios
forestales y estrés hídrico, que están poniendo en peligro la seguridad
alimentaria y el suministro de agua potable a los pobladores de extensas zonas
del país. Los nuevos mandatarios –gobernadores y alcaldes- tendrán que adoptar “planes de choque” para mitigar los
efectos del “fenómeno del niño”,
considerado por los expertos como el más fuerte en la historia reciente de la
humanidad. Las autoridades locales y departamentales deberán incorporar, como
una prioridad, en sus planes de gobierno la gestión del riesgo climático, a
través de la declaratoria y preservación de áreas de protección especial, la
conservación de los recursos naturales, la educación ambiental y todas aquellas
medidas que garanticen el desarrollo sostenible de sus territorios rurales y
urbanos.
En el contexto internacional, la coyuntura se caracteriza por la fuerte caída
en los precios de los productos agrícolas y las materia primas básicas, como
consecuencia de las reformas y la desaceleración del crecimiento de las economías
emergentes y los países desarrollados, lo cual golpea los ingresos y las
finanzas de los países, que como Colombia, dependen de las exportaciones de los
commodities. El intercambio desigual y
las trabas y dificultades que interponen las economías más desarrollados al
libre comercio, reducen las posibilidades de crecimiento de los países en
desarrollo e incrementan sus déficits comerciales. De tal manera que las
ventajas competitivas que representan para las economías agrícolas -como es el
caso de nuestro país- la depreciación de la tasa de cambio y el aumento en la
demanda de alimentos en el mundo, se ven opacadas por los términos del
intercambio desigual y el proteccionismo de los países desarrollados.
En estas circunstancias, es urgente que el Gobierno Nacional, los gremios, los
nuevos mandatarios locales y departamentales, y los productores agropecuarios y
rurales seamos muy consientes y nos pongamos de acuerdo para hacer de la reforma
rural integral la gran oportunidad para transformar en campo colombiano, enfocándonos
en los temas rurales colectivos, tales como: el mejoramiento en la provisión de
los bienes y servicios públicos rurales, el acceso a la tierra y a los bienes
productivos por parte de los campesinos pobres, la reparación integral de las
poblaciones afectadas por la violencia y el desplazamiento forzado; y la
promoción de una verdadera revolución del conocimiento que permita mejorar la
educación rural, fomentar la innovación y los emprendimientos asociativos, y la
incorporación de las nuevas tecnologías que permitan incrementar la
productividad, competitividad y los ingresos de los productores del campo.
Bogotá, 2 de Enero de 2016
Mi reputado economista, romper brechas entre lo público y lo privado, lo urbano y lo rural "desde abajo y desde el sur" excelente!Esa es la apuesta! Acaso no considera incluir en su discurso la inequidad de género? Empoderar a la mujer, especialmente a la rural? Retomar, ampliar y mejorar propuestas de otrora como Propaboy y Asociación Provivienda Solidaridad, organizaciones transformadoras desde región. Articular experticie y juventud?
ResponderEliminarMi queridísima Marthica Q rico saber de vos y escuchar tus comentarios! Espero verla pronto aunque sea virtualmente ... jaja
EliminarMi reputado economista, romper brechas entre lo público y lo privado, lo urbano y lo rural "desde abajo y desde el sur" excelente!Esa es la apuesta! Acaso no considera incluir en su discurso la inequidad de género? Empoderar a la mujer, especialmente a la rural? Retomar, ampliar y mejorar propuestas de otrora como Propaboy y Asociación Provivienda Solidaridad, organizaciones transformadoras desde región. Articular experticie y juventud?
ResponderEliminar